Tecnología en la lucha contra la desinformación “fakenews”

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 – La información incorrecta y engañosa que se practica actualmente, por grupos o individualmente, se está convirtiendo cada vez más en un problema social y político.

Minapim por Hernan Valenzuela: La desinformación masiva en algunos países se atribuye a movimientos grupales coordinados. Mientras escribo este artículo, Twitter y Facebook bloquean cuentas en China, Brasil, Rusia y Turquía. Las respuestas en curso no necesariamente indican una estrategia integrada para la sociedad, por el contrario, lo que vemos es una respuesta muy fragmentada.

A nivel internacional, el problema se aborda en cooperación con los estados miembros de la UE, así como con la OTAN y el G7. Los métodos de aprendizaje automático pueden ayudar a identificar información errónea, siempre que haya suficientes datos para entrenar el algoritmo.

El aprendizaje automático en el contexto de la desinformación “solo tendrá éxito si grandes cantidades de textos y otros medios que han sido reconocidos como desinformación se recopilan en las bases de datos y se anotan en consecuencia”.

Por ahora falta esta base. Hasta ahora, se ha demostrado que la falta de coordinación interna por parte de los gobiernos o las autoridades responde a “situaciones de incendio”. Varios países adoptan medidas diferenciadas, planificadas o no planificadas, para evitar la difusión de noticias falsas.

Enfoques prometedores en otros países

Las cosas se ven diferentes en otros países, Finlandia es un ejemplo de cómo se enseña la desinformación en diferentes asignaturas escolares. La educación de adultos tampoco debe pasarse por alto. En Estonia, Lituania y Letonia, hay muchos llamados elfos voluntarios en línea que quieren combatir la desinformación y la propaganda ‘troll’. No se trata de excluir la información errónea, sino de descubrirla, cuestionarla y combatirla.

La desinformación también es una prioridad política más alta en otros países; En Gran Bretaña, varios comités parlamentarios especialmente creados se ocuparon del tema.

La experiencia de Taiwán

La difusión de información falsa se mide digitalmente y se aborda de inmediato. Las posibles “noticias falsas” son verificadas por el ministerio responsable, los ministerios cuentan con el apoyo de una comunidad amplia y comprometida de FactFinders, que no solo pueden informar informes falsos, sino que también proporcionan una corrección con las fuentes directamente.

El ejemplo de Taiwán es que, hasta ahora, aparentemente se ha evitado depender en gran medida y exclusivamente de la exclusión de “supuestamente información errónea”, cualquiera que sea el riesgo de censura que la censura pueda traer.

Por el contrario, se trata de permitir soluciones técnicas, como plataforma ciudadana, para encontrar rápidamente información errónea y contra discurso. Esta práctica acelera la verificación de hechos a través del crowdsourcing (trabajo de recopilación de información grupal).

Fuentes: Facebook   Twitter  TFD   

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