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– Drones que habitan en los bosques. Un equipo de investigadores de Empa y el Imperial College de Londres desarrolló drones que pueden conectar sensores a los árboles para monitorear los cambios ambientales y ecológicos en los bosques.
Cortesía de EMPA por Caroline Brogan (ICL) y Andrea Six: Los sensores para el monitoreo forestal ya se utilizan para rastrear cambios de temperatura, humedad y luz, así como los movimientos de animales e insectos a través de sus hábitats. También ayudan a detectar y monitorear los incendios forestales y pueden proporcionar datos valiosos sobre cómo el cambio climático y otras actividades humanas están afectando el mundo natural. Sin embargo, colocar estos sensores puede resultar difícil en bosques grandes y altos, y trepar a los árboles para colocarlos presenta sus propios riesgos.
Robots voladores a la Robin Hood
Ahora, un equipo de investigadores de Empa y el Imperial College de Londres ha desarrollado drones que pueden disparar dardos que contienen sensores a árboles a varios metros de distancia en entornos desordenados como bosques. Los drones también pueden colocar sensores a través del contacto o posándose en las ramas de los árboles. Los investigadores esperan que los drones se utilicen en el futuro para crear redes de sensores para aumentar los datos sobre los ecosistemas forestales y rastrear biomas difíciles de navegar como la selva amazónica.
Materiales inteligentes en el gatillo
“Monitorear los ecosistemas forestales puede ser difícil, pero nuestros drones podrían desplegar redes completas de sensores para aumentar la cantidad y precisión de los datos ambientales y ecológicos”, dice el investigador principal Mirko Kovac, jefe del Centro de Materiales y Tecnología de Robótica en Empa and the Aerial. Robotics Lab en Imperial. «Me gusta pensar en ellos como habitantes de bosques artificiales que pronto velarán por el ecosistema y proporcionarán los datos que necesitamos para proteger estos ecosistemas».
Selva tropical impredecible
Los drones están equipados con cámaras para ayudar a identificar los objetivos adecuados y un material inteligente que cambia de forma cuando se calienta para lanzar los dardos, que luego se adhieren a los árboles. También pueden posarse en las ramas de los árboles como pájaros para recopilar datos ellos mismos, actuando como sensores móviles. Los investigadores han probado sus drones en el espacio de prueba de robots experimentales NEST en Empa y en árboles en el campus de Silwood Park de Imperial.
Los drones están controlados actualmente por personas: utilizando unidades de control, los investigadores miran a través de la lente de la cámara para seleccionar árboles objetivo y disparar los dardos. El siguiente paso es hacer que los drones sean autónomos, de modo que los investigadores puedan probar cómo les va en entornos forestales más densos sin guía humana. Hay muchos desafíos que deben abordarse antes de que los drones se puedan usar regularmente en los bosques, como lograr un cuidadoso equilibrio entre la participación humana y las tareas automatizadas para que puedan usarse de manera segura sin dejar de ser adaptables a entornos impredecibles.
La investigación fue financiada por el Consejo de Investigación de Ingeniería y Ciencias Físicas (EPSRC), Offshore Robotics for Certification of Assets Hub (ORCA) EU’s Horizon 2020 y la academia nacional de ciencias del Reino Unido The Royal Society.
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